martes, 4 de febrero de 2014

Coplas Corridos Canciones Infantiles Calaveritas Romances cortos - Resumen


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Coplas, Corridos, Canciones Infantiles, Calaveritas, Romances
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Coplas

La copla es una forma poética que sirve para la letra de canciones populares. Surgió en España en el siglo XVIII; donde sigue siendo muy común, y está muy difundida en Latinoamérica. Su nombre proviene de la voz latina copula, "lazo", "unión"


Soy de la peña más alta, 
donde da primero el sol;
soy costeño, no lo niego,
puritito corazón. 
Cuando me vine del valle
me vine por los esteros, 
donde se van a pasear 
los pericos embusteros.


Bendita tierra querida, 
no tiene comparación;
quisiera tenerte cerca 
y darte mi corazón. 
Tierra que no olvidaré,
a la que adoro y amé; 
aunque lejos yo me encuentre, 
siempre la recordaré.


Corridos

El Corrido es una forma musical y literaria popular mexicana derivada del Romance español y desarrollada en el siglo XVIII. Posee las siguientes características:

Un saludo y presentación del cantor y prólogo de la historia;
Desarrollo de la anécdota;
Moraleja y despedida
Debe tener 8 sílabas
Debe tener rima

Los corridos son de espontánea, populares, originalmente de autores anónimos, en la actualidad los autores son reconocidos.



EL QUINTO DE ORO
Autor: Marciano Silva.

Versión según Valentín López González 

Lo que es el quinto Regimiento nunca pierde; no
decían los de ése Batallón
cuando a Morelos dispusieron los rebeldes
sitiarlos en la ocasión
sobre las torres y azoteas se veían alegres,
haciendo alarde de instrucciones
porque pensaban que entrarían pero muy breve
toditos en montón. 

Nosotros somos disciplinados,
decían con grande satisfacción,
no pistoleros como estos vagos
huamuchileros sin instrucciones,
nosotros somos condecorados
los más valientes de la nación
y el azote de los malcriados
que se han lanzado a la rebelión.

Lo que es aquí no se pasean
como allá en Chiautla no,
con música y fina atención;
porque los hombres que defienden
esta plaza, son de purito León
lo que es aquí con la ametralladora basta
para hacerles su recepción,
y si no corren ya verán lo que se sacan
los indios en la ocasión.

Pobres pelones, tal vez pensaban
que aquí los indios iban a huir,
nomás al ver relumbrar las armas
o al oír los toques de su clarín
pobres pelones, del quinto vayan
y cuenten a otros que por aquí
nomás tres piedras, porque la fama
que hay Zapata no tiene fin.

Era imposible que perdieran nombre y fama, no
los rebeldes de esta región,
porque llevaban a la reina soberana, sí
de nuestra fiel nación;
por eso siempre cuando entraban en campaña, sí
decían con grande veneración
¡Viva la Patria!, ¡Viva la Guadalupana!
y muera la reelección.

Adiós el quinto de oro afamado,
mi pueblo llora tu proceder
pues prometistes el ampararnos
y al fin corriste, qué hemos de hacer
en otras partes habías triunfado,
pero aquí en Cuautla no sé por qué
los calzonudos te corretearon
porque con ellos tan sólo tres. 


  

Versión según Gilberto Vélez 

Pobre "Quintito" de oro afamado
no sé cuál era tu proceder
en otras partes habías triunfado
pero aquí en Cuautla no sé por qué.

Nos prometiste el ampararnos
pero corriste, qué hemos de hacer.
Te corretearon los calzonudos
porque a Zapata le tiran tres.





CORRIDO DE 
EMILIANO ZAPATA
Autor: Anónimo.
(Ilustrado por Diego Rivera en los corredores del 
tercer piso de la Secretaría de Educación Pública)

En Cuautla, Morelos hubo 
un hombre muy singular, 
justo es ya que se los diga: 
hablándoles, pues en plata, 
era Emiliano Zapata 
muy querido por allá.

Todo es un mismo partido, 
ya no hay con quién pelear; 
compañeros, ya no hay guerra, 
vámonos a trabajar.

Ya se dieron garantías 
a todo el género humano, 
lo mismo que al propietario 
como para el artesano.

¡Unión! que es la fuerza santa 
de todito el mundo entero, 
Paz, Justicia y Libertad 
y gobierno del obrero. 
Así como los soldados 
han servido pa' la guerra, 
que den fruto a la nación 
y que trabajen la tierra. 

¡Quién no se siente dichoso 
cuando comienza a llover! 
Es señal muy evidente 
que tendremos qué comer. 
Si los campos reverdecen 
con la ayuda del tractor, 
es el premio del trabajo 
que nos da nuestro sudor. 

El oro, no vale nada 
si no hay alimentación: 
es la cuerda del reloj 
de nuestra generación.

Quisiera ser hombre sabio 
de muchas sabidurías; 
pero más quiero tener 
que comer todos los días. 

Dan la una, dan las dos, 
y el rico siempre pensando 
cómo le hará a su dinero 
para que vaya doblando. 

Dan las siete de la noche 
y el pobre está recostado, 
duerme un sueño muy tranquilo 
porque se encuentra cansado. 

¡Dichoso el árbol que da 
frutos, pero muy maduros:
Si señores, vale más 
que todos los pesos duros! 

No quiere ya relumbrones 
ni palabras sin sentido, 
quiere sólo garantías 
para su hogar tan querido. 

Es el mejor bienestar 
que el mexicano desea: 
que lo dejen trabajar, 
para que feliz se vea.



Canciones Infantiles

Una canción infantil es aquella canción realizada con algún propósito para los niños pequeños y bebés. La letra suele ser muy sencilla y repetitiva, para su fácil comprensión y memorización

El Ropavejero
© 1945 Francisco Gabilondo Soler " Cri-Crí el Grillito Cantor"


Ahí viene el Tlacuache
cargando un tambache
por todas las calles
de la gran ciudad.
El señor Tlacuache
compra cachivaches,
y para comprarlos
suele pregonar. 

¡Botellas que vendan!
zapatos usados!
¡Sombreros estropeados,
pantalones remendados!
Cambio, vendo y compro por igual! 

¡Chamacos malcriados!
¡Miedosos que vendan!
¡Y niños que acostumbren
dar chillidos o gritar!
¡Cambio, vendo y compro por igual! 

Ahí viene el Tlacuache
cargando un tambache
por todas las calles
de la gran ciudad.
El señor Tlacuache
compra cachivaches,
y para comprarlos
suele pregonar. 

¡Papeles que vendan!
¡Periódicos viejos!
¡Tiliches chamuscados
y trevejos cuatrapeados!
¡Cambio, vendo y compro por igual! 

¡Comadres chismosas!
¡Cotorras latosas!
¡Y viejas regañonas
pa' meter en mi costal!
¡Cambio, vendo y compro!
¡Compro, vendo y cambio!
¡Cambio, vendo y compro por igual! 




El Chorrito (otra versión)
© 1934 Francisco Gabilondo Soler " Cri-Crí el Grillito Cantor"

La gota de agua que da la nube
como regalo para la flor
en vapor se desvanece
cuando se levanta el sol;
y nuevamente al cielo sube
hasta la nube que la solto.
La gotita sube y baja,
baja y sube
al compás de esta canción: 

Allá en la fuente
había un chorrito,
se hacía grandote
se hacía chiquito;
allá en la fuente
había un chorrito,
estaba de mal humor,
pobre chorrito tenía calor
estaba de mal humor,
pobre chorrito tenía calor. 

En el paisaje siempre nevado
acurrucado sobre el volcán
hay millones de gotitas
convertidas en cristal.
En el invierno la nieve crece,
en el verano la funde el sol.
La gotita sube y baja,
baja y sube
al compás de esta canción: 

Ahí va la hormiga
con su paraguas
y recogiendose las enaguas,
Ahí va la hormiga
con su paraguas
y recogiendose las enaguas,
porque el chorrito la salpicó
y sus chapitas le despintó
porque el chorrito la salpicó
y sus chapitas le despintó. 

Allá en la fuente, las hormiguitas
están lavando sus enagüitas
porque el domingo se irán al campo
todas vestidas de rosa y blanco. 

Pero al chorrito no le gustó
que lo vinieran a molestar,
se hizo chiquito y se escondió
entre las piedras de aquel lugar. 




Calaveras
La calavera literaria es una composición en verso tradicional en México. Suelen escribirse en vísperas del Día de los muertos.
Antiguamente conocidos como panteones, estos versos nacieron en el siglo XIX a modo de epitafio burlesco y como modo de expresar ideas o sentimientos que en otras oportunidades sería difícil decir.


La huesuda brinca contenta
finalmente lo ha conseguido
han muerto las calaveras
y la tradición quedó en el olvido. 
Las calaveras murieron
no es difícil de entender
se murieron de tristeza
nadie las quería componer.

De Baja California a Yucatán
se escucha el llanto del velorio
y es que papel y palabras
penan ya en el purgatorio.

Ya nadie las quería leer
decían que eran cosas de viejitos
flacas lágrimas de tinta
rodaban por sus ojitos.

Es trágica la muerte de esta tradición 
culpa de todos los mexicanos
a los que olvidados en el panteón
calaveras y diablitos les trinchan el corazón.

La muerte viene de manita sudada
a su lado trae un monstruo gringo
entre hallowen y pizza helada
las calaveras al hoyo se echan un brinco.


.
La muerte presurosa no para de trabajar
los restos de las calaveras no son fáciles de arrastrar
"a estos versos ojerosos me los llevo a la tumba
para comer tamalitos y bailarnos una rumba" 

"Ay pelona desgraciada, cruel será tu penitencia
maldecía una calavera, de la que la muerte no tuvo clemencia.
La última de las calaveras gritaba con dolor
"¡Ay canija! ¡ Ya me llevas! Pero con harto Amor.

La muerte contenta, de la calidad del cargamento
Baila, patina, canta y da saltos de contento
"para esta bola de calaveras, muy cruel será el tormento"
al hoyo fueron todas, ingeniosas o sin talento
el epitafio así lo dice: "Yace aquí del ingenio un buen invento"


Romances

El romance es un poema característico de la tradición literaria española, ibérica e hispanoamericana compuesto usando la combinación métrica homónima. No debe confundirse con el subgénero narrativo de igual denominación.


El romance es un poema característico de la tradición oral, y se populariza en el siglo XV, en que se recogen por primera vez por escrito en colecciones denominadas romanceros. Los romances son generalmente poemas narrativos de una gran variedad temática, según el gusto popular del momento y de cada lugar. 

Romance I.21  

De: Sor Juana Inés de la Cruz 


Si el desamor o el enojo
satisfacciones admiten,
y si tal vez los rigores
de urbanidades se visten,
escucha, Fabio, mis males,
cuyo dolor, si se mide,
aun el mismo padecerlo
no lo sabrá hacer creíble.
Oye mi altivez postrada;
porque son incompatibles
un pundonor que se ostente
con un amor que se humille.
Escucha de mis afectos
las tiernas voces humildes,
que en enfáticas razones
dicen más de lo que dicen.
Que si después de escucharme,
rigor en tu pecho asiste,
informaciones de bronce
te acreditan de insensible.
No amarte tuve propuesto;
¿mas proponer de qué sirve,
si a persuasiones Sirenas
no hay propósitos Ulises,
pues es, aunque se prevenga,
en las amorosas lides,
el Griego, menos prudente,
y más engañosa Circe?
¿Ni qué importa que, en un pecho
donde la pasión reside,
se resista la razón
si la voluntad se rinde?
En fin, me rendí. ¿Qué mucho,
si mis errores conciben
la esclavitud como gloria,
y como pensión lo libre?
Aun en mitad de mi enojo
estuvo mi amor tan firme,
que a pesar de mis alientos,
aunque no quise, te quise.
Pensé desatar el lazo
que mi libertad oprime,
y fue apretar la lazada
el intentar desasirme.
Si de tus méritos nace
esta pasión que me aflige,
¿cómo el efecto podrá
cesar, si la causa existe?
¿Quién no admira que el olvido tan poco del amor diste,
que quien camina al primero,
al segundo se avecine?
No, pues, permitas, mi Fabio,
si en ti el mismo afecto vive,
que un leve enojo blasone
contra un amor invencible. 

No hagas que un amor dichoso
se vuelva en efecto triste,
ni que las aras de Anteros
a Cupido se dediquen. 
Deja que nuestras dos almas,
pues un mismo amor las rige,
teniendo la unión en poco,
amantes se identifiquen.
Un espíritu amoroso
nuestras dos vidas anime,
y Láquesis, al formarlas,
de un solo copo las hile.
Nuestros dos conformes pechos
con sola una aura respiren;
un destino nos gobierne
y una inclinación nos guíe.
Y en fin, a pesar del tiempo,
pase nuestro amor felice
de las puertas de la Parca
unidad indivisible,
donde, siempre amantes formas,
nuestro eterno amor envidien
los Leandros y las Heros,
los Píramos y las Tisbes.



Romance del rey moro que perdió Alhama 
  
Paseábase el rey moro
Por la ciudad de Granada
Desde la puerta de Elvira
Hasta la de Vivarrambla.
-¡Ay de mi Alhama!
Cartas le fueron venidas
Que Alhama era ganada;
Las cartas echó en el fuego
Y al mensajero matara.
-¡Ay de mi Alhama!
Descabalgaba de un mula
y en un caballo cabalga,
Por el Zacatín arriba     
Subido se había al Alhambra.     
-¡Ay de mi Alhama!     
Como en el Alhambra estuvo,     
Al mismo punto mandaba     
Que se toquen sus trompetas,     
Sus añafiles de plata.     
¡Ay de mi Alhama!     
Y que las cajas de guerra     
Apriesa toquen al arma,     
Porque lo oigan sus moros,     
Los de la Vega y Granada.     
-¡Ay de mi Alhama!     
Los moros, que el son oyeron,     
Que al sangriento Marte llama,     
Uno a uno y dos a dos     
Juntado se ha gran batalla.     
-¡Ay de mi Alhama!     
Allí habló un moro viejo,     
De esta manera hablara:     
-¿Para qué nos llamas, rey,     
para qué es esta llamada?     
-¡Ay de mi Alhama!     
Habéis de saber, amigos,     
Una nueva desdichada,     
Que cristianos de braveza     
Ya nos han ganado Alhama.     
-¡Ay de mi Alhama!     
Allí habló un alfaquí     
De barba crecida y cana.     
-Bien se te emplea, buen rey,     
buen rey, bien se te empleara.     
-¡Ay de mi Alhama!     
Mataste los bencerrajes,     
que eran la flor de Granada;     
cogiste los tornadizos     
de Córdoba  la nombrada.
¡Ay de mi Alhama!
-Por eso mereces, rey,     
una pena muy doblada:     
que te pierdas tú y el reino,     
y aquí se pierda Granada.     
-¡Ay de mi Alhama!  



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Bibliografia:


Enciclopedia Microsoft® Encarta® 2009.
Nueva Enciclopedia Tematica Grolier 2012
https://www.ecured.cu 
www.wikipedia.org

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