EL NOMBRE DE LOS DÍAS DE LA SEMANA
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El
hombre no suele apreciar las mil cosas corrientes, y al parecer vulgares, que
de continuo tiene ante su vista, y no sabe disfrutar de los fáciles encantos
que encierran los hechos más comunes y las palabras más usuales. Hasta la más
humilde y olvidada hierbecilla del campo es un pequeño mundo de maravillas y,
asimismo, la palabra que nos es más familiar tiene muchas veces un significado
hondo y trascendental.
Samuel
A. Goudsmit, en El tiempo (Nueva York, 1966, pág. 24), prueba que los egipcios
dividían cada uno de los 12 meses de 30 días (de su año de 360 días) en tres
semanas de 10 días. Lo mismo hacían los griegos de esa época. No se sabe en qué
momento cambiaron ese calendario por la adoración de los planetas, pero debe
haber sido antes del siglo IV a. C., ya que Heródoto, en La historia (2.82),
escribió: «Estos son algunos de los hallazgos de los egipcios. Descubrieron que
[...] cada día le pertenece a un dios».
Los
soldados romanos estacionados en Egipto se acostumbraron a la semana pagana de
siete días y poco a poco la introdujeron en su país, reemplazando la semana
oficial de ocho días (octaviano, César Augusto) y los siguientes gobernantes
romanos toleraron esta práctica, que se oficializó con Constantino I el Grande
en el año 321 de nuestra era.
En
1988 se firmó la norma ISO 8601, que es la convención internacional que indica
el orden de los días de la semana. Esta norma establece que la semana comienza
el lunes y finaliza el domingo, siendo la norma que se sigue en la inmensa mayoría
de los países del mundo. Sin embargo, en los calendarios litúrgicos y en
algunos países, la semana comienza el domingo.
En
2012, en Reino Unido, la mayoría de las agendas y calendarios utilizan el lunes
como comienzo de la semana; sin embargo algunos utilizan el domingo.
En
Brasil y Portugal, aunque la semana comienza el lunes desde los años noventa,
los nombres de los días sugieren que tradicionalmente la semana comenzaba el domingo:
el lunes se llama segunda-feira (‘segunda feria’), el martes terça-feira
(‘tercera feria’), etc. De todas maneras se identifica al sábado y al domingo
como fin de semana.
En
el judaísmo, el comienzo y fin de la semana se basa en el escrito "...porque
en seis días hizo Dios a los cielos y a la tierra, y en el día séptimo
descansó" (Éxodo 31-16), dicho escrito va pegado a la creencia que los
días comienzan con el atardecer y terminan con la caída del sol del día
siguiente; “... y fue el anochecer y fue el amanecer de un día" (Génesis
1-5). Por eso, en Israel la semana comienza el sábado luego de la caída del sol
(aunque la mayoría de las personas comienzan a trabajar el domingo, muchos
negocios vuelven a iniciar labores desde el sábado por la noche).
Los
siete días de la semana se suceden sin cesar, sin que jamás hayamos tomado
conciencia en que sus nombres, pronunciados tan distraídamente, encierran vieja
poesía.
De
ellos, pues, vamos a tratar aquí. Aun cuando no hay relación alguna entre el
período de la semana y los movimientos de los astros, desde muy antiguo cinco
días de la semana han estado dedicados a los planetas y divinidades
mitológicas.
LUNES
Lunes,
o día de la Luna, es el nombre del primer día de la semana, y está dedicado a
nuestro satélite, al que los romanos llamaban Diana y consideraban consorte de
Febo, es decir, el Sol.
Lunes
es el primer día de la semana en el calendario gregoriano, y primero de la semana
laboral, según el estándar ISO 8601. Sigue al domingo y precede al martes.
Refieren
sus poetas que la diosa Diana era de gentil hermosura y singular donaire, y que
su padre, Júpiter, le dio un arco y un séquito de ninfas, y la hizo reina de
los bosques, pues la caza era su diversión favorita. Tenía Febo una
resplandeciente carroza, tirada por flamígeros caballos, que durante el día
surcaba los espacios iluminando el mundo con sus dorados y ardientes
resplandores. En esta misma carroza de plata la bella diosa Diana rodaba sobre
las nubes en el silencio de la noche, bañando la tierra con suave y argentina
luz. A la Luna, pues, está consagrado desde tiempo inmemorial el primer día de
la semana, con el nombre de “lunes”.
MARTES
El
martes es el segundo o tercer día de la semana, según el país o cultura. Está
situado entre el lunes y el miércoles.
Ha
recibido su nombre de Marte, dios de la guerra, quien, según la tradición
grecorromana, era uno de los doce grandes dioses de la antigüedad y desempeñó
un papel importantísimo en las leyendas heroicas. Su culto se extendió por todo
el mundo pagano.
Marte
es el cuarto planeta del sistema solar, el más próximo a la Tierra, pero más
pequeño y más distante del Sol que ella. Siempre ha llamado la atención el
brillo particular de Marte y su color rojizo, que recuerda la sangre derramada
en los combates.
Marte
era considerado dios de la fuerza viril y de la inspiración guerrera. Se dice
que participaba del carácter violento de su madre, la diosa Juno, y a este
propósito cuenta Homero que, cuando cayó herido por Diomedes, dio un grito tan
potente que parecía lanzado por nueve o diez mil guerreros a la vez.
Marte
era el prototipo del héroe guerrero de las leyendas épicas, que lanzado a la
lucha no obedecía más que a la brutalidad de su instinto y a su furor
sanguinario, dejándose llevar del ansia loca de herir y matar. De ahí que su
símbolo sea el lobo, emblema de la crueldad.
A
este dios tutelar de los ejércitos, de los soldados y gladiadores, está
dedicado el segundo día de la semana, llamado “martes”.
Los
símbolos de Marte eran su escudo, sus arreos guerreros y la lanza o pica, su
arma de combate preferida. Desde remota antigüedad fue invocado en Grecia,
donde se le llamaba Ares, y en Roma, como el dios de la fuerza y de la muerte
violenta. A pesar de su poder, fue vencido y humillado varias veces por
Minerva.
MIÉRCOLES
Miércoles,
significa exactamente “día de Mercurio
El
Miércoles es tercer día de la semana, el está situado entre el martes y el
jueves
Mercurio
es el planeta más próximo al Sol. Su nombre está tomado de la mitología latina,
la cual nos habla de Mercurio, mensajero de los dioses y dios también de la
elocuencia, del comercio y de los ladrones.
Mercurio,
a quien los griegos llamaron Hermes, era hijo del Cielo y de la Noche. Presidía
las relaciones mercantiles entre los hombres, y por eso su imagen se veía a la
entrada de las ágoras o mercados de las principales ciudades de Grecia. Los
antiguos le atribuían la invención de las medidas, pesos y balanzas, y de todo
lo referente a los mercados.
Cuando
en las costas de los mares Mediterráneo y Tirreno se desarrolló un importante
tráfico griego, los romanos tomaron de Grecia los dioses protectores. Roma
eligió como dios del comercio a Hermes, le dio el nombre de Mercurio palabra
derivada de la latina mercar, es decir, comprar y le erigió un soberbio templo
en que había una fuente consagrada a él. En esa fuente los comerciantes mojaban
una rama de laurel, con la que rociaban sus mercancías, y pedían al dios que
bendijese sus negocios.
Por
último, Mercurio era elocuente intérprete de las voluntades de los dioses y
especialmente de Júpiter, pues tenía el don de la expresión fácil y de la
persuasión, por lo cual llegó a ser el dios de la elocuencia.
- En España, la abreviatura del miércoles suele ser X, para no confundirse con el martes (lo que nos da LMXJVSD en vez de LMMJVSD). Se usa así por la influencia de Alfonso X el Sabio en la normalización ortográfica y la traducción de manuscritos con abundantes abreviaturas
JUEVES
Jueves
es el cuarto día de la semana, y su nombre es una abreviación de las palabras
latinas Jovis dies, en español día de Jove o Júpiter.
El
jueves es el cuarto día de la semana. Sigue al miércoles y precede al viernes.
El
planeta Júpiter es el más grande de nuestro sistema solar y se encuentra
rodeado, como ya sabemos, de doce satélites.
En
el orden mitológico, el Júpiter de los latinos (que los griegos Llamaban Zeus),
era el padre de los dioses y de los hombres. Venció a los titanes, descomunales
gigantes que querían escalar el cielo; dio a Neptuno el mar, a Plutón el
infierno, y se reservó el dominio del cielo y de la tierra, sobre los que
reinaba.
Era,
pues, el ordenador de todas las cosas, y moraba en el éter rodeado de luz
eterna. Por esto, los hombres lo adoraban en los lugares altos, en las cimas de
los montes, creyendo así estar más cerca de él. Era el señor de los esplendores
celestes, del día y de la noche, de las borrascas y tempestades.
Se
dice que Júpiter era el padre de todos los dioses, no porque en realidad lo
fuese, sino porque todos lo conocían como señor.
La
leyenda de este dios es sumamente interesante. El escritor griego Hesíodo
cuenta en su obra La Teogonía que Júpiter tuvo por padre a Cronos, el Tiempo, y
por madre a Rea, la Tierra. Cronos devoraba a todos los hijos que le daba su
esposa, y ésta, herida en su sentimiento maternal, concibió una estratagema
mediante la cual pudo salvar a su hijo Júpiter de las terribles fauces de su
marido. Favorecida por las sombras de la noche, llevó a su hijo a las
profundidades de una caverna oculta entre la espesura de un bosque, y allí lo
dejó al cuidado de las ninfas, que velaron por el divino niño y contribuyeron a
su maravilloso crecimiento: las abejas destilaban para él su miel más dulce y
las cabras le daban su sabrosa leche.
Rea,
su madre, había envuelto una piedra en los pañales del niño, y al presentársela
a Cronos, éste la devoró rápidamente, creyendo que era el niño; pero al
instante la vomitó y juró destrozar a su hijo. La suerte le fue contraria, pues
muchos años más tarde, Júpiter, instigado por su madre, lo venció,
destronándolo del Olimpo y lo encadenó en las profundidades de los abismos del
mundo.
Generalmente
se representa a Júpiter sobre un carro o en un trono, armado del rayo, como
queriendo indicar que es el dios que pone en fuga a los genios de las
tinieblas.
VIERNES
Viernes
.equivale a Veneris dies, palabras latinas que significan “día de Venus ,
porque este día, el quinto de la semana, está consagrado a aquella diosa.
El
viernes es el quinto día de la semana Sigue al jueves y precede al sábado.
Hay
un lucero de intenso resplandor que aparece por la mañana y por la tarde, y
que, desde antiguo, ha sido designado con varios nombres. Nosotros lo llamamos
el planeta Venus.
En
la mitología pagana, el nombre de Venus atrae especialmente nuestra atención,
pues no es ya, el nombre de un dios potente o sanguinario, sino el de una diosa
bella y amable, en la que los antiguos simbolizaban los encantos y la
hermosura.
Los
griegos la llamaron Afrodita, es decir, hija de la espuma, y su historia es
bella como la diosa. Al nacer de la espuma del mar, una concha marina le sirvió de nave, que el suave viento hizo navegar y condujo
al fin a las costas de Chipre, donde la recibieron unas ninfas que la
condujeron triunfalmente al Olimpo. Allí la sentaron en un bello trono rodeado
de nubes y resplandores, junto a los poderosos dioses griegos.
SÁBADO
El
sábado es el sexto día de nuestra semana. Está situado entre el viernes y el
domingo.
El
sábado, este nombre, de origen hebreo, significa “descanso”, pues el absoluto
reposo durante aquel día era para ellos ley severa. Lo dedicaban a la oración y
rendían en él un fervoroso culto en sus sinagogas.
Pero,
como veremos, la religión cristiana ha reemplazado este día de descanso,
instituyendo con el mismo fin el domingo. El sábado cerraba el período de siete
días que tanta importancia tenía en los ritos religiosos de los pueblos
antiguos. Los romanos, por ejemplo, celebraban durante siete días sus fiestas
saturnales, en las que se entregaban a todo género de excesos en la comida y
bebida. Hoy apenas podemos formarnos una idea de la profunda revolución operada
en las costumbres con la venida de Jesucristo. Para comprobarlo bastará observar
que, en la mayoría de los pueblos civilizados, el día de descanso semanal que
sigue al sábado, se dedica a cumplir los deberes religiosos y a un moderado y
honesto esparcimiento. Los paganos consagraron este día a Saturno; de ahí el
nombre sajón saturday, o día de Saturno.
DOMINGO
El
domingo es el séptimo día de la semana. Está situado entre el sábado y el lunes.
En
la historia de todos los pueblos y desde los tiempos más remotos hay días
especiales consagrados a rendir culto a la divinidad.
Los
judíos destinaban a ello el sabat, que corresponde a nuestro sábado.
Pero
al aparecer el cristianismo la observancia tradicional de ese día se trasladó al
siguiente en que se conmemoraba la resurrección del Salvador.
No
fue hasta el 7 de marzo del año 321, cuando Constantino I el Grande decretó que
el domingo sería observado como el día de reposo civil obligatorio.
Los
primeros fieles de Roma lo llamaron dominica, de domincus, que quiere decir Día del Señor. De ahí procede la palabra
española “domingo”.
La
Iglesia ha desechado en su liturgia los nombres mitológicos de los días de la
semana, sustituyéndolos con el de feria para el lunes, martes, miércoles,
jueves y viernes (feria secunda, tertia, quarta, quinta y sexta), dies dominica
para el domingo y sabbatum para el sábado.
Hubo
pueblos que, en su ignorancia, creyeron que el Sol era el autor de la vida y el
dispensador de todos los bienes, y por tal razón lo adoraron como a Dios y le
dedicaron ese día, para ellos el primero, y lo designaron con el nombre de día
del Sol. De ahí deriva el nombre sajón del domingo, sunday, es decir: día del
Sol.
Fin de semana
Las
culturas con una fuerte herencia europea ―y algunas otras― toman el viernes,
sábado y el domingo como el fin de semana. Varios países musulmanes toman como
fin de semana el sábado y el domingo.
En 1976, cuando Argelia se independizó del Imperio francés, para diferenciarse de sus conquistadores cambió el fin de semana de sábado-domingo a jueves-viernes (que respeta el día sagrado musulmán del viernes). A mediados de agosto de 2009, Argelia ―para aumentar el comercio con otros países― volvió a cambiar el fin de semana de jueves-viernes a viernes-sábado.
En 1976, cuando Argelia se independizó del Imperio francés, para diferenciarse de sus conquistadores cambió el fin de semana de sábado-domingo a jueves-viernes (que respeta el día sagrado musulmán del viernes). A mediados de agosto de 2009, Argelia ―para aumentar el comercio con otros países― volvió a cambiar el fin de semana de jueves-viernes a viernes-sábado.
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Bibliografia
www.wikipedia.org
www.libros.conaliteg.gob.mx
Enciclopedia
Microsoft® Encarta® 2003. © 1993-2002 Microsoft Corporation.
Nueva Enciclopedia Tematica Grolier 2012
https://www.ecured.cu
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